viernes, 20 de junio de 2008
¿ Jose Smith era racista ?
articulo tomado de www.teancum.es
LA RELACIÓN PERSONAL DE JOSEPH SMITH CON PERSONAS DE RAZA NEGRA
Joseph, a quien los de lengua castellana llamamos José Smith, es considerado un profeta de Dios por su gente, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Lo consideramos un profeta como Pedro, Pablo, Abraham o Moisés: un hombre falible, sujeto a leves pasiones humanas -como todos los grandes profetas- pero inspirado por Dios para guiar a su pueblo, y al mundo entero si éste quiere (si no quiere, no, claro).
Es interesante estudiar su relación personal con los individuos negros que lo conocieron. No era una época fácil para aquella nueva Iglesia insertada en varios estados desde 1833, principalmente Missouri y después Illinois, donde hablar de religión a alguien de raza negra era causa de escándalo y aun de actos violentos. De aquellos días tenemos algunos relatos, la mayoría de cuando José Smith era alcalde de Nauvoo (una ciudad mormona en Illinois a orillas del Río Misisippi) en 1842, muchos años antes de que se aboliese la esclavitud en América:
Mientras José servía como alcalde de la ciudad, detuvieron a un hombre de color llamado Anthony por vender licor en domingo, lo cual era contrario a la ley. Él [Anthony] imploró diciendo que lo había hecho para conseguir el dinero necesario para comprar la libertad de su hijo, que era esclavo en un estado meridional. Hasta entonces había conseguido comprar su propia libertad y la de su esposa, y ahora deseaba traer su hijo pequeño a su nuevo hogar. José le dijo: “Lo siento, Anthony, pero la ley se debe cumplir, así que tendremos que ponerle una multa”.
Al día siguiente el hermano José se presentó a Anthony con un hermoso caballo, indicándole que lo vendiese y utilizase el dinero para comprar la libertad del niño.[1]
Daguerrotipo de Joseph Smith, tomado por Lucian Foster en 1843, cuando José era alcalde de Nauvoo.
En el Ayuntamiento de Nauvoo tuvo ocasión de defender los abusos contra la gente de raza negra, por lo cual se adjudicó la antipatía de las ciudades y los estados vecinos.
(Fotografía del daguerrotipo, ligeramente retocada, hoy en la Biblioteca del Congreso. La autenticidad de la fotografía ha sido corroborada por diversos especialistas. Ver http://comevisit.com/lds/faq-dld.htm.)
Como cuenta Darrick Evenson, “El caballo era muy apreciado por Joseph, un semental blanco de unos 500 dólares, suma muy elevada para aquel tiempo”[2]. Con ese dinero Anthony pudo obtener la libertad de su niño.
La filosofía del mormonismo, que Smith contribuyó a crear, era de absoluta igualdad de las razas ante Dios:
“[Dios] invita a todos a que participen de su bondad; y a nadie de los que vienen a él desecha, sean negros o blancos, esclavos o libres, varones o hembras”.
El Libro de Mormón, 2 Nefi 26:33.
Ello marcó sus tratos cotidianos y sus decisiones como líder. Hubo varios sucesos como el del negro Anthony. Éste es el relato de Darrick Evenson[3]:
En otra ocasión, siendo Joseph también alcalde de Nauvoo, un hombre blanco no-mormón había azotado terriblemente a un hombre negro por robarle algunos bienes. El hombre negro se llamaba Chism. Joseph preguntó a Chism si había robado aquellas cosas, y Chism contestó que sí. Joseph impuso a Chism una pequeña multa, pero arrestó al hombre blanco por azotar a Chism. Esto al parecer OFENDIÓ TERRIBLEMENTE a los hombres blancos de todas partes de aquel estado y del estado vecino de Missouri, que era esclavista. No mucho tiempo después, Joseph Smith fue arrestado bajo cargos falsos de traición y fue asesinado, junto con su hermano Hyrum, en la cárcel de Carthage, Illinois.
Tal vez sea más conmovedor el testimonio de una pionera mormona negra, “Tía Jane” James, que se bautizó en Connecticut y viajó desde allí hasta Nauvoo, a pie, con su familia y otros mormones negros en 1843:
¡[Recuerdo] aquella mano amable! [El Profeta José] nunca pasaba por donde yo estaba sin darme la mano dondequiera que estuviese. Oh, era el hombre más gentil y más bueno que yo haya visto sobre la tierra […]. Siempre me sonreía, siempre, como lo hacía con sus niños. Solía comportarse como si yo fuese su hija. […]
[Cuando llegamos a su casa] éramos ocho […]. La hermana Emma vino la primera a la puerta y dijo: “Entren, pasen todos ustedes”, y subió las escaleras, y entonces él bajó […] Supe que era el hermano José […].
Se fue y trajo al Dr. Bernhisel y a la hermana Emma, y les presentó a cada uno de nosotros, y dijo: “Ahora quiero que me cuenten cómo fue su duro viaje”. Y se lo contamos. Dio una palmada con las dos manos. “Dr. Bernhisel,” dijo, “creo que si yo hubiese tenido que hacer todo eso no habría venido; yo no tengo tanta fe”. […] Esto fue hace 69 años.[4]
Jane James (“Tía Jane”)
Pionera “mormona” de raza negra.
Nacida libre en Connecticut en 1822, se bautizó en la Iglesia en 1841. En 1843, con 20 años, llegó a Nauvoo caminando 1300 km al frente de un grupo de 8 miembros de raza negra. Por el camino habían sido despreciados y despojados de su equipaje a causa del color de su piel.
En Nauvoo mismo no fueron tan cálidamente recibidos como esperaban, hasta que José y Emma Smith los alojaron en su casa.
Tras el asesinato de los hermanos Smith, Jane se casó con Isaac Manning, miembro de la Iglesia de raza negra con quien siguió a Brigham Young a Salt Lake City, donde adquirieron una gran propiedad y tuvieron una familia muy numerosa. Isaac murió allí en 1891. Ella murió en 1908 a los 86 años. Su funeral fue presidido por el Presidente Joseph F. Smith, quien ofreció un discurso en su memoria.
(Abajo, “Tía Jane” con su esposo, Isaac Manning)
Aquel pequeño grupo de mormones negros que había recorrido a pie 1300 km encontró alojamiento entre la gente de Nauvoo, después de una semana. La jovencita Jane quedó sola en la casa de José y Emma.
En fin, me senté a llorar. Él vino y miró alrededor: “¿Dónde están todos tus amigos?”. Le dije: “Todos han encontrado sitio, pero yo no”, y rompí a llorar.
“No queremos lágrimas aquí”, dijo él.
“Pero”, dije yo, “no tengo hogar”.
[…] Así que salió y subió las escaleras y trajo a la hermana Emma y dijo: “Aquí hay una muchacha que dice que no tiene hogar ¿No crees que lo tiene aquí?”. Y ella dijo: “Si no le importa quedarse”. Él me dijo: “¿Quieres quedarte aquí?”.
Jane respondió un “sí, señor”, y allí se quedó, alojada en casa de los Smith, con lo puesto, es decir, unas telas raídas, porque les habían robado por el camino y ni sus zapatos conservaba. Emma, desde luego, le proporcionó toda la ropa que necesitó. “Tía Jane” mantuvo siempre una intensa gratitud hacia José Smith, a quien describe con admiración, casi con veneración, diríamos:
No sabría ni empezar a decirles cómo era José: era alto, de casi 1’90; era un hombre gentil, grande, noble, hermoso […] Cuando fue asesinado, yo creí morir también, y habría muerto si no hubiese sido por mis maestros[5].
Éste es el tributo de “Tía Jane” a su entrañable amigo José. Ella moriría tres años después de esta declaración. El Presidente de la Iglesia y sobrino de José Smith, Joseph Fielding Smith, presidiría su funeral en Salt Lake City y daría el discurso en su memoria.
Pero tal vez la relación más familiar de José Smith con una persona de raza negra la sostuvo con Elijah Abel. Elijah Abel era carpintero y amigo personal de José Smith, hasta tal punto que fue uno de aquellos siete intrépidos mormones que corrieron a Quincy, Illinois, a rescatar a José de una muerte segura en 1841[6]. Abel había nacido esclavo en Maryland en 1810, y se cree que se escapó de sus amos hacia 1830 huyendo a Canadá. En 1832 fue bautizado en la Iglesia de Jesucristo por Ezekiel Roberts y se casó con Mary Ann Adams, miembro de la Iglesia también de raza negra.
La relación con José fue muy estrecha, dado que Joseph Smith Sr., el padre del profeta, lo había tomado en adopción informal, costumbre no general pero sí relativamente frecuente en la época, con lo que se convirtió en “hermano adoptivo” de José[7].
Elijah Abel (1810-1884)
Ordenado élder en 1836, fue miembro del Tercer Quórum de los Setenta hasta su muerte en Salt Lake City, tras cumplir su tercera misión. Allí, él su esposa Mary Ann, también africana, regentaron el Hotel Farnham.
La figura de Elijah Abel es significativa porque en marzo de 1836 fue ordenado sacerdote (élder) en Kirtland, Ohio, probablemente por el mismo José Smith, y en diciembre del mismo año fue ordenado Setenta por Zebedee Coltrin[8]. Tras ello fue enviado como misionero a Canadá y a Nueva York. En 1839 fue miembro del Quórum de los Setenta de Nauvoo. Como carpintero, había ayudado en la construcción del Templo de Kirtland, trabajó en el de Nauvoo y posteriormente trabajaría en el de Salt Lake. Antes de su muerte, en 1884, serviría otra vez como misionero en Nueva York. Murió siendo miembro del Tercer Quórum de los Setenta.
De la actitud personal de José Smith es imposible deducir que tuviese sentimientos racistas. Vamos a ver su actitud cívica o política.
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